ARAOZ PUNTOS DE VISTA


LA NOTICIA – Lima, 25 de octubre de 2023

PETULANCIA AÉREA

Por Antero Flores-Araoz


Al observar que el llamado “Avión Presidencial”, tuvo que socorrer a un grupo de peruanos que se encontraban de visita turística en Israel, cuando acontecieron los arteros ataques de los integrantes de la banda criminal “Hamas”, nos lleva a poner en blanco y negro algunas reflexiones.

La primera de las reflexiones es que deberíamos sincerar la denominación dada al viejo avión (Boeing 737-500) que hace las veces de “avión presidencial”, pues es un avión de transporte de pasajeros, que convenientemente adaptado podría servir también para transporte de mercancías, el cual está asignado a la Fuerza Aérea del Perú (FAP). El problema es que ya es antiguo y no ofrece las seguridades que corresponden.

El avión en cuestión fue adquirido de segunda mano, en los primeros años de la década de los noventa, por lo que tiene muchos lustros y, su autonomía de vuelo es reducida, no más de seis horas según me dicen los entendidos. En buena cuenta es un avión que nos hace acordar a los antiguos ómnibus de la línea “Cocharcas José Leal”, que tenían que parar en cada esquina. En un país como el Perú, con muchas carencias, es una fanfarronada tener avión presidencial, encima antiguo, con deficiencias y, con un aforo insuficiente, pero no tener transportes suficientes y óptimos para las fuerzas del orden.

Hay que dejar de lado tanta petulancia y reemplazar al avión al que nos referimos, más conocido como “avión parrandero”, por otros de mayor autonomía de vuelo, con la posibilidad de llevar muchísimos más pasajeros o carga y, que no solo sirva para las operaciones de transporte de personal de las Fuerzas Armadas, sino para la ayuda necesaria en caso de desastres naturales, como por ejemplo las inundaciones, desembalses, huaycos y otras desgracias como consecuencia del Fenómeno del Niño, que como se sabe es recurrente o, ante terremotos que pueden producirse por efecto de la colisión de la placa de Nazca, máxime que estamos en zona sísmica.

No olvidemos que tener buenos transportes aéreos, marítimos y terrestres, a cargo de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional, tienen doble función, esto es servir para tiempos de beligerancia bélica, externa o interna, pero también, como hemos visto, para ayudar ante desastres naturales de envergadura.

Por lo señalado ya es tiempo que renovemos nuestros aviones de transporte de las Fuerzas Armadas que por antigüedad dejaron de ser confiables, al igual que helicópteros, pero también necesitamos más naves de transporte, tanto marítimo como fluvial y lacustre y, ni que decir, de los transportes terrestres.

Hay material militar que no se renueva desde los tiempos del General Velasco Alvarado, lo que es inaudito y, ello como consecuencia del pensamiento de algunos gobiernos en el sentido que en los tiempos en que vivimos no requerimos tener más armamento. Pues craso error, cuando se es débil, se abusa de la situación y, como decía la frase atribuida a Julio César, pero que en realidad perteneció al pensador Vegecio: “Para tener paz hay que prepararse para la guerra”.

Adicionalmente, se debe hacer rutinariamente el overhaul a los aviones de transporte militar y helicópteros que aún están operativos, pues sin ello nadie asegura a dichas naves aéreas y tampoco podrán volar, por ello si hay países con los que tenemos que tener excelentes relaciones, son los de la procedencia de tales vehículos de vuelo.